miércoles, 2 de mayo de 2012

Compañero Presidente Daniel recuerda a Tomás como un hombre extraordinario y fuera de lo común

Miles de nicaragüenses y representantes de gobiernos, partidos y organizaciones de América Latina despidieron como familia unida al comandante sandinista Tomás Borge Martínez, en ceremonia fúnebre encabezada por el presidente Daniel Ortega Saavedra. Hubo que colocar pantallas gigantes de televisión para que muchos pudieran observar la ceremonia en la Plaza de la Fe, desbordada por el cariño y la admiración hacia el revolucionario, el último de los fundadores del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) que quedaba con vida. Con pensamiento de Fidel Castro, resumió Ortega, quién fue Tomás: "el poeta, el escritor, el hermano", para el que se desea que "sus ideas brillantes y valientes prevalezcan", como escribiera el líder cubano en dedicatoria, tras leer el libro Un grano de Maíz, aquella legendaria entrevista que Borge le hiciera en La Habana en 1992. El féretro con el cuerpo de Borge acompañó a la multitud y "estoy seguro que Tomás está reventando de alegría", con esta juventud, con este pueblo, con esta Nicaragua que venimos construyendo, cristiana, socialista y solidaria, afirmó el mandatario. Hijos del difunto y su viuda, Marcela Pérez, estuvieron en el homenaje, donde Ortega entregó con carácter póstumo la máxima condecoración que concede el Ejército de Nicaragua, mediante acuerdo suscrito por jefe de esa institución castrense, general Julio César Avilés. El dignatario agradeció las múltiples muestras de solidaridad recibidas por el deceso de Borge y compartió con los presentes las misivas enviadas por los presidentes de Ecuador, Rafael Correa Delgado, y Venezuela, Hugo Chávez Frías, quien desea salud para continuar la lucha bolivariana por sus pueblos y las otras naciones del mundo. El comandante Tomás Borge Martínez fue un revolucionario con el más alto grado de patriotismo que amó a Nicaragua sin importarle su propia vida, aseguró en la tribuna el cardenal Miguel Obando. Asistieron al acto el vicepresidente de la República, general Omar Halleslevens; la coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, Rosario Murillo; el vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba comandante Ramiro Valdés, y el canciller de Venezuela, Nicolás Maduro. También participaron la Premio Nobel de la Paz 1992, compañera Rigoberta Menchú, el presidente de la Asamblea Nacional de El Salvador, Sigfrido Reyes, representantes del cuerpo diplomático acreditados en Nicaragua, compañero
René Núñez, titular del Parlamento nacional, y altos funcionarios de todos los poderes del Estado, entre otras personalidades. Cumpliendo la voluntad de Borge, al finalizar la ceremonia, se procedió a su sepultura en el mausoleo ubicado en la capitalina Plaza de la Revolución, para descansar junto a los restos del Coronel Santos López y el Comandante Carlos Fonseca, fundador del Frente Sandinista de Liberación Nacional (F.S.L.N.)

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